En los últimos meses, una teoría económica ha ganado fuerza entre analistas y observadores del mercado: ¿Y si Donald Trump estuviera manipulando intencionalmente los mercados para inducir una recesión? A primera vista, suena descabellado. ¿Por qué querría el gobierno de Estados Unidos, bajo la dirección de Trump, desencadenar una crisis económica? Sin embargo, al analizar las políticas actuales, como los aranceles, y el contexto financiero del país, esta hipótesis cobra sentido. Aquí te explicamos los detalles y las posibles motivaciones detrás de esta estrategia.
El Juego de los Aranceles y la Incertidumbre Económica
Desde su regreso al poder, Trump ha intensificado su agenda proteccionista, imponiendo aranceles significativos a importaciones clave. Esta postura genera incertidumbre en los mercados, ya que las empresas enfrentan costos más altos y los inversores temen una desaceleración económica. Según la teoría, esta inestabilidad sería deliberada: una caída en el mercado por el miedo a una recesión presionaría a la Reserva Federal (Fed) para bajar las tasas de interés. ¿El resultado? Un estímulo económico que podría evitar un colapso mayor, pero a un costo: tasas más bajas para refinanciar la gigantesca deuda estadounidense.
La Deuda: El Elefante en la Habitación
Estados Unidos enfrenta una deuda pública de 36.2 billones de dólares, con una tasa de interés promedio del 3.2%, la más alta desde 2010. Este año, 9.2 billones de esa deuda vencen o deberán refinanciarse. Con las tasas actuales, los costos de endeudamiento son insostenibles a largo plazo. El gobierno busca pagar esta deuda, pero no quiere hacerlo acumulando más deuda a tasas elevadas. Aquí entra en juego la teoría: una recesión controlada podría ser la vía más rápida para forzar recortes de tasas, permitiendo al Tesoro refinanciar a menor costo.
¿Por Qué una Recesión Barajaría las Tasas?
Históricamente, cada recesión en EE.UU. desde los años 80 ha sido seguida por recortes de tasas de la Fed para estimular la economía. Cuando el crecimiento se estanca —como podría estar ocurriendo ahora debido a los aranceles—, la Fed responde con medidas expansivas. La Reserva Federal de Atlanta ya proyecta un decrecimiento del PIB al -2.5%, y los mercados anticipan tres recortes de tasas este año. Si Trump está “forzando” esta narrativa, podría estar apostando por un sufrimiento a corto plazo para garantizar estabilidad a largo plazo.
Las Pistas en las Palabras de Trump
Las declaraciones del presidente también alimentan esta especulación. Cuando dijo “no mirar el mercado”, muchos lo interpretaron como un mensaje a Wall Street: está dispuesto a tolerar una caída bursátil si eso significa tasas más bajas y un déficit bajo control. Esta postura sugiere que Trump observa de cerca las dinámicas financieras, a pesar de sus palabras.
Bonos y Mercados: El Efecto Dominó
Otro punto clave es la relación entre la caída del mercado y el valor de los bonos. Cuando las acciones bajan, los inversores buscan refugio en bonos del Tesoro, aumentando su precio y reduciendo su rendimiento. Un rendimiento más bajo beneficia al gobierno al refinanciar deuda, ya que reduce los costos de interés y libera recursos para otros gastos. ¿Coincidencia o estrategia?
¿Sufrimiento a Corto Plazo por Ganancias a Largo Plazo?
Esta teoría no está exenta de críticas. Algunos la ven como una conspiración improbable, mientras otros argumentan que encaja con la lógica económica actual. Si Trump действительно está jugando este juego, el objetivo sería claro: aliviar la presión fiscal y posicionar a EE.UU. para un crecimiento sostenido. Pero el riesgo es alto. Una recesión mal gestionada podría desencadenar una crisis mayor.
¿Qué opinas? ¿Es Trump un genio económico o un apostador temerario? El debate está abierto, y el mercado, como siempre, tendrá la última palabra.