El presidente ruso, Vladímir Putin, ha sorprendido al mundo este lunes al ofrecer al Gobierno de Donald Trump la posibilidad de extraer minerales valiosos, conocidos como tierras raras, en regiones ucranias ocupadas como Donbás y Novorossiya. Esta propuesta llega en un momento clave, justo cuando Trump anunció que recibirá próximamente al presidente ucranio, Volodímir Zelenski, en la Casa Blanca para discutir un acuerdo: explotar los recursos minerales de Ucrania a cambio de ayuda militar estadounidense. Las tierras raras, esenciales para la tecnología moderna, se han convertido en una moneda de cambio en medio de la guerra que ya supera los tres años.
Durante una reunión en Washington, Trump defendió ante el presidente francés, Emmanuel Macron, que “este puede ser el único momento” para lograr la paz en Ucrania. Macron, por su parte, respaldó la idea de que EE. UU. Acceda a los minerales ucranios, viendo en ello una vía para “garantizar la soberanía” de Kiev. Este giro diplomático coincide con el compromiso de España, liderada por Pedro Sánchez, de enviar un paquete de ayuda militar a Ucrania por 1.000 millones de euros en 2025, y el anuncio de Ursula von der Leyen de un desembolso europeo de 3.500 millones de euros. Europa, según Macron, debe asumir mayor responsabilidad en su seguridad.
Putin, sin embargo, minimizó el impacto del posible acuerdo entre Washington y Kiev, afirmando que “no concierne a Rusia”. En un gesto inesperado, ofreció a Trump un proyecto conjunto para extraer aluminio en Siberia, estimado en 15.000 millones de dólares, que produciría dos millones de toneladas del recurso. A su vez, el líder ruso criticó a Zelenski, sugiriendo que evita negociar para no levantar la ley marcial y enfrentar elecciones, donde el general Valeri Zaluzhni podría imponerse.
Mientras Trump insiste en que Ucrania compense los más de 350.000 millones de dólares en ayuda militar estadounidense con sus recursos, Putin planteó una visión paralela: un desarme global. Propuso reducir los presupuestos militares al 50%, instando a EE. UU. y China a sumarse. Esta declaración contrasta con su economía enfocada en la guerra y un ejército que supera los dos millones de soldados.
Las tierras raras de Ucrania, codiciadas por su valor en industrias como la electrónica y la energía renovable, están en el centro de esta trama geopolítica. Trump subrayó que EE. UU. Ha aportado más que Europa, que suma unos 100.000 millones de dólares en apoyo, y busca “recuperar” su inversión. Las negociaciones, que incluyen a líderes europeos y buscan un alto el fuego, podrían definir el futuro del conflicto. Para Trump, cerrar un acuerdo con Zelenski es un “paso adelante” hacia la paz permanente, mientras Putin juega sus cartas ofreciendo recursos desde territorios ocupados y Siberia, desafiando el tablero internacional.